viernes, 28 de diciembre de 2012

CINE

RALPH EL DEMOLEDOR, historia de una amistad muy peculiar.

Si hay algo especial sobre la verdadera amistad es que hace que aflore lo mejor de nosotros mismos...si pensamos en nuestros amigos, encontramos que nos unen algunas cosas en común aun siendo diferentes.  En la película animada de Walt Disney, "Ralph el demoledor", descubrimos una amistad así en dos personajes que, aparentemente, no tienen nada en común, salvo que ambos son rechazados y llevan vidas incomprendidas, solitarias.
La historia es peculiar, nos sorprende al sumergirnos en la vida de los protagonistas de videojuegos del arcade (máquinas accionadas por monedas, muy populares antes de la llegada del nintendo).
Precisamente uno de estos personajes, Ralph, demoledor profesional, cansado de ser villano decide demostrar que también puede ser bueno.  Así comienza su aventura paseando de un videojuego a otro, en busca de una acción heroica que lo reivindique; en el camino se encuentra con Vanellope, una dulce niñita que, supuestamente, es una falla del juego de carreras Sugar Rush,  quien necesita ayuda para ganar y volver a su estado normal.
 
Luego de divertidas situaciones en las que se pone a prueba la amistad y tras lidiar con oscuros personajes del mundo del videojuego, Ralph se convierte en el héroe y mejor amigo de Vanellope.
A pesar de continuar siendo un rudo demoledor, se gana el respeto de sus compañeros de juego.
La historia de "Ralph, el demoledor", encierra un bonito mensaje: no olvidar cuales son los sólidos lazos de una verdadera amistad (aunque seamos diferentes y no haya un contacto constante); también nos enseña que las apariencias a veces nos engañan porque, dentro de un grandulón con cara de malo se puede esconder una persona dispuesta a dar mucho amor y, una frágil figura, podría albergar el valor que se necesita para transformar un mundo.