lunes, 30 de abril de 2012

Ópera

La Traviata


“…el amor es rápido y fugitivo.
Es una flor que nace y muere
y del cual no siempre se puede disfrutar.”
                              Violetta en el Brindis.

Tenía muchas expectativas por escuchar a la soprano francesa Natalie Dessay interpretando a Violetta Valery, personaje principal de La Traviata, uno de mis personajes femeninos favoritos de entre todas las óperas, pero su desempeño vocal no fue lo que esperaba, aún así siempre es un deleite escuchar La Traviata.  Esta obra fue transmitida en vivo y en directo en el UVK Larcomar, desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, cerrando las transmisiones de la temporada 2011-2012, el pasado 14 de abril.

Verdi compuso La Traviata inspirado en la novela de Dumas, La Dama de las Camelias; la historia, romántica y trágica, narra la desventura de Violetta, una alegre cortesana de vida desenfadada, aquejada de un mal incurable; ella, luchando contra su ímpetu, se enamora y pronto debe renuncia al amor, que era lo único que la mantenía con vida, para salvar de la ruina y la vergüenza a su amado Alfredo Germont (Matthew Polenzani, tenor)

La Traviata es la ópera de Verdi que más veces ha sido interpretada y también una de las más populares, tiene preciosas arias, entrañables coros y la música es excepcional; empezando con el preludio de una orquestación melancólica que introduce al oyente en un ambiente de ambivalencia entre la fastuosidad y la libertad del placer de vivir y disfrutar sin ataduras y, el compromiso del amor como una fuerza incontenible que escapa a la voluntad de los enamorados.

Violetta logra alejar a Alfredo de su vida pero no de su corazón y ese dolor termina por matarla, pero antes de morir, disfruta con brevedad del amor y, agonizante, siente que podría ser feliz, pero esa paz no es más que la cercanía del fin de una vida entera de placer y del breve suspiro del amor.

concierto

Juan Diego Florez, el concierto


Juan Diego cantó hace unas semanas en Lima y su voz aun resuena en los oídos de quienes asistimos a su concierto, con un tono potente y dulce a la vez; este tenor lírico ligero ha logrado impactar en los escenarios operísticos más famosos del mundo causando la admiración de quienes se deleitan con su arte y carisma.

La noche del martes 10 de abril, hubo una gran expectativa por los temas que interpretaría, el público presente tenia sus preferidos, entre ellos yo que me sentí más que complacida al escucharlo entonar Granada, La flor de la canela y la Donna e Mobile, siendo esta última aria de la ópera Rigoletto, una sorpresa que no esperaba, pero que sí deseaba escuchar. La selección de temas criollos, folklóricos y latinoamericanos fue precisa.

Otro talentoso peruano que triunfa en el mundo acompañó a Juan Diego, Marco Zunino, quien estuvo a la altura del tenor; su participación sorprendió, su soltura y calidad vocal impactó, definitivamente un invitado de lujo.

Juan Diego es grande no sólo por el don de su privilegiada voz, su calidad humana al llevar adelante la orquesta “Sinfonía por el Perú” es loable, el acompañamiento musical y las piezas que los jóvenes integrantes de este conjunto nos ofrecieron, bajo la batuta del maestro Espartaco Lavalle, sonaron imponentes, lo que nos demuestra que, el talento, el entusiasmo y las ganas de superación, son la riqueza mayor de estos jóvenes de escasos recursos materiales.

Escuchar este concierto fue una delicia musical como pocas, despedimos a Juan Diego con interminables aplausos cuando repitió para nosotros Ojos Azules y Valicha, los temas más aplaudidos de la noche, que fueron interpretados con pasión y elegancia por un peruano notable y muy orgulloso de serlo, orgullo que supo instalar en los corazones de quienes lo escuchamos en esta grandiosa velada.

martes, 17 de abril de 2012

Teatro: El Próximo Año a la Misma Hora

El amor, un mismo sentimiento con diferentes historias. Para que exista una historia de amor, basta con dos personas enamoradas y alguna circunstancia que impida que ese amor se viva a plenitud. En El próximo año a la misma hora, la obra de teatro dirigida por Oswaldo Cattone y protagonizada por Gianella Neyra y Diego Bertie, los personajes se ven envueltos en un súbito arrebato de pasión que, sin ellos aceptarlo, se convierte en un fuerte lazo de amor que los une durante más de veinte años.



George y Doris se conocen un día y se sienten atraídos, pasan una noche juntos y acuerdan verse todos los años bajo las mismas circunstancias; ellos encuentran en los breves momentos que se brindaban, un escape para sus vidas rutinarias, en sus diálogos el espectador puede adivinar la carencia de algo importante, aceptan sus realidades, ambos tenían esposos e hijos y los amaban, pero había una complicidad que compartían que los hacía sentirse amados, felices, vivos…

 


El próximo año a la misma hora es como muchas historias de amor imposible, que se vive a la distancia, en silencio, que llena y deja un gran vacío a la vez en cada separación, pero se siente en el alma y en la piel, como la cosa más cercana y real de nuestras vidas…sin duda unos de los tantos misterios de ese sentimiento llamado amor.