sábado, 10 de marzo de 2012

cine, Caballo de guerra

La entrañable historia de un joven inglés y su caballo, es la médula de esta película cuyo actor principal, Joey es un hermoso, fuerte e inteligente caballo que tiene la nobleza del animal criado con respeto y amor. Su dueño Albert (Jeremy Irvine), le brinda un cariño de hermano que marcará su vida, salvándolo de las peores situaciones. Separados por la guerra, ambos siguen sus destinos con la poca esperanza de poder reencontrarse, lo que sucederá cuatro años después, al finalizar la primera guerra mundial.

La historia tiene pasajes realmente dramáticos que tocan las fibras de la sensibilidad, Joey pasa de ser un caballo de campo criado con amor, para envolverse en una sangrienta guerra, en la que enfrenta mucha brutalidad, pero también compasión.

Las películas que presentan la interrelación de personas y animales a menudo traen un mensaje de humanidad; al ver la historia de Joey lo entendemos porque su indomable carácter es moldeado por la paciencia y el cariño de un amable joven, esa actitud hace pensar en el respeto que le debemos a los animales, el mismo que será devuelto con creces para la armonía de nuestra coexistencia.

Caballo de Guerra es dirigida por Steven Spielberg, no es de extrañar que la sensibilidad nos aflore con facilidad; la preciosa fotografía y la música compuesta por John Williams, son lo mejor de la película, le imprimen una valiosa paz y dramatismo audiovisual. Uno de los estrenos más importantes del año para disfrutarla con todos los sentidos.

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