sábado, 17 de marzo de 2012

cine, El Artista

Desde la primera escena de El Artista, parece que entramos a una máquina del tiempo que nos lleva a los albores del siglo XX. Esta película europea, ganadora del Oscar 2012, filmada en un blanco y negro total y, además muda, cuenta la historia de George Valentin (Jean Dujardin) una súper estrella del cine mudo que se resiste a la modernidad de los filmes sonoros y por orgullo cae en la ruina total.


Detrás de esta historia y sin distraer del mérito de lograr un suceso cinematográfico con las técnicas usadas a principios del siglo pasado, se esconde una dulce historia de amor entre Valentino y su joven admiradora Peppy Miller (Berenice Bejo), una estrella en ascenso que se enamora platónicamente de él y conserva su amor para salvarlo de la adversidad.

El filme es un tributo al cine clásico, actuaciones muy expresivas en los gestos, un permanente y efectivo acompañamiento musical que atrapa al espectador sin darle opción a extrañar las voces de los actores y los efectos sonoros, que no hacen falta para llevar el hilo de la historia.

Ver esta película es una delicia para disfrutar del cine en sus inicios; sencilla y con memorables actuaciones, El Artista sorprende por su valiente sobriedad que cautiva; una muestra real del buen cine, alejado de pomposos efectos y complicados argumentos.

2 comentarios:

  1. Felicidades Elizabeth, leer tu blog es una delicia. Siempre con un sencillo y acertado análisis de la película.
    Coincido contigo en que El artista es un tributo al cine clásico con una historia sencilla pero llena de detalles que la hacen memorable.

    Nuevamente felidades y ¡Que sigan los éxitos!

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  2. Gracias Lu, mi gran amiga siempre apoyándome en todo, un besote amiga.

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